Por Paula Romero, docente y facilitadora del programa de alfabetización emocional “En Sus Zapatos”.
En estos tiempos, a nosotros, a los docentes nos toca una mayor flexibilidad y ampliar nuestro banco de recursos, técnicas, destrezas y hasta mejora de las relaciones interpersonales para hacer frente a los nuevos desafíos.
Por ejemplo, es fundamental entender que el niño que en un momento se está portando de manera inadecuada puede ser que lo haga por aburrimiento, o bien, para llamar nuestra atención porque hay un dolor emocional que no sabe sostener ni tampoco gestionar. Ante esta situación es importante echar mano de nuestra creatividad para poder ofrecer una alternativa.