El martes presentamos Curso de Educación Emocional con Teatro de Conciencia. Método "En Sus Zapatos" en un acto lleno de emociones, agradecimiento y de testimonios que mostraron cómo este método llega a los adultos y niños, y cómo mejora la convivencia. Este es el resumen en palabras y en vídeos.
El Ministerio de Educación, a través del INTEF, ha avalado la formación de 150 horas que iniciamos este septiembre con el Curso de Educación Emocional con Teatro de Conciencia. Método “En Sus Zapatos”. Esto supone que contará con créditos para los docentes participantes. Lo presentamos online el 18 de mayo, a 18 h. Reserva sitio en: https://teatrodeconciencia.org/curso-anual/
O escribiendo a info@teatrodeconciencia.org
Por Ana María Ávila Muñoz, maestra de educación primaria y facilitadora de “En Sus Zapatos”.
Las emociones se alimentan de los pensamientos y actúan a partir del cuerpo. Como docentes, debemos tener esta premisa en cuenta, puesto que muchos de los retos que nos encontraremos en nuestra vida profesional, en las aulas y centros educativos, podrán ser resueltos a partir de la gestión emocional, es decir, a partir de la educación emocional.
Te propongo que, con la imaginación, nos pongamos en esta situación:
Inés Monterroso. Docente y facilitadora del programa de alfabetización emocional "En Sus Zapatos".
Es el rincón de la calma un espacio estupendo para ayudar a relajarse a los más pequeños. Por ello, en muchas tutorías invito a las familias a que puedan crear con la ayuda de sus hijos este espacio tan personal.
A los niños y las niñas de educación infantil y primaria todavía les cuesta mucho gestionar sus emociones y controlar su impulsividad. El primer paso para que puedan aprender a gestionar sus emociones, es aprender a identificarlas. Así como aprender que las emociones no son buenas ni malas, aunque algunas emociones pueden producir bienestar y otras, malestar, como por ejemplo la rabia.
Les explicaremos que cuando la emoción es muy intensa, la única forma de hacer que disminuya su intensidad es calmándonos y para eso creamos el rincón de la calma.