Cuando ya no puedo regañar más

Por Ana Ávila (Docente y facilitadora del programa de convivencia “En Sus Zapatos”).

La realidad a la que se están enfrentado muchas familias en este momento es muy compleja: un encierro de 24 horas durante semanas, sin saber cuándo acabará. Si a esto le sumamos, además, que muchas de estas familias tienen niños pequeños, agravamos un poco más la situación que nos acontece. Por ello, es importante tener herramientas de gestión emocional que puedan ayudar en los conflictos diarios que ocurren en el hogar, que ahora se agravan con el confinamiento y la incertidumbre.

En el siguiente vídeo vemos reproducida una situación que puede ser cotidiana durante este confinamiento. Una madre es la protagonista y para gestionar su rabia, utilizará un recurso de educación emocional que llamamos “el semáforo”, que consiste en tres pasos muy bien diferenciados, como los semáforos para conducir.

Rojo. Sientes cómo se te acelera el corazón, empiezas a sudar, no puedes más, quieres gritar. Sé consciente. Date tiempo. Para durante 5 segundos, no hace falta que sea mucho más, ya no te has dejado llevar por tu primer impulso por lo tanto ya has dado el primer paso para ganar la batalla a tu rabia.

Amarillo. Respira, céntrate en tu respiración, no pienses den nada más que en como entra y sale el aire por tu nariz, como cada respiración calma los latidos incesantes de tu corazón, poco a poco sientes como vas a recuperar la calma. Una vez tranquila es el momento de centrarte y pensar.

-¿Qué siento?

-¿Qué problema tengo?,

-¿Cómo se sentirá mi hija si le grito?¿y yo?

-¿Qué puedo hacer para resolverlo de otra manera?

Actúa. Ahora sí, vamos a actuar teniendo en cuenta todo lo pensado desde la calma, y la comprensión de cómo se sienten los niños, vamos a solucionar la situación dando a los niños una respuesta a cómo se sienten y un modelo a seguir para resolver los conflictos tranquilamente y sin usar gritos.

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