Continuamos en una situación de crisis sanitaria y también de una tremenda incertidumbre. El miedo acecha, y detrás le siguen la rabia y la tristeza. La esperanza, la confianza, la alegría o la calma tienen poco espacio.
Ante esta situación y siempre, contar con recursos para gestionar las emociones son la clave para poder tener bienestar interior y, por ende, con el resto de personas que nos rodean; contando siempre con que el conflicto –no todos vemos las cosas, ni sentimos de la misma forma‑ será algo con lo que tendremos que lidiar de manera habitual.
La educación emocional nos permite gestionar las emociones del miedo, la rabia y la tristeza para que no sean las que con su impulso gobiernen nuestras acciones
“La educación emocional nos permite gestionar las emociones del miedo, la rabia y la tristeza para que no sean las que con su impulso gobiernen nuestras acciones, pues nos desayudan. Dejando más espacio a la alegría y la calma que, sin duda, pueden ayudarnos a nivel personal y de convivencia”, explica Pax Dettoni Serrano, antropóloga, experta en Educación Emocional y creadora de “En Sus Zapatos”.
“Miedo, aburrimiento, con rabia puede ser un coctel molotov. Ante esto las “píldoras” que se pueden tomar como antídoto son: la esperanza y la confianza, que son dos grandes antídotos contra el miedo; la paciencia, ante la rabia; y la creatividad y el humor, ante el aburrimiento. Daremos pautas para la gestión emocional y del pensamiento, y para auto motivarse; para dar otro color al alma (los de la esperanza, la confianza...), señala Pax Dettoni, quien nos ofrece estos pasos para llegar a la calma, desde la cual podremos actuar y tomar decisiones de una manera más libre.
6 PASOS para llegar a la CALMA
Mantener la calma es clave para sobrellevar el confinamiento y la incertidumbre. Para ello se recomienda:
1 Prestar atención a las señales del cuerpo para darse cuenta cuando el miedo o la rabia o la tristeza empiezan a aparecer con intensidad.
2 También se puede prestar atención al pensamiento para darse cuenta de ello, pues estas emociones suelen hablarnos con pensamientos.
3 En ese preciso instante en el que nos damos cuenta: parar.
4 Respirar profundamente con la intención puesta solo en sentir cómo el aire entra y sale del organismo.
5 Después, motivarnos un auto diálogo (o diálogo interior) basado en la aceptación, la esperanza, la confianza y la paciencia con frases del tipo:
-"Confío en que esta situación se va a resolver y, mientras tanto lograremos estar de la mejor forma posible".
-"Confío en mí, en que tengo los recursos para enfrentar todo lo que llegue, aunque no sepa aun lo que es".
-"Acepto lo que llega, no lo puedo cambiar... pero sé que todo pasa, esto también pasará. La paciencia me ayudará".
-"Tengo esperanza en que poco a poco la situación mejorará, mientras tanto me cuido y cuido a los que quiero".
-En este momento también se puede pedir ayuda a "lo invisible" (cada uno según sus creencias, si las tienes).
6 Anclar la sensación de calma con una respiración y retomar, con otra actitud, nuestra cotidianidad.