"Pretendemos diferenciar el comportamiento de lo que es el ser y asumir que el comportamiento, en muchísimos casos, viene dado por la emoción y que por eso tenemos que enseñar a manejar las emociones para que haya también dominio del comportamiento. En el momento en que lo contemplas así no puedes volver a ver de la misma manera a cualquier niño sino que empiezas a tener lo que nosotros llamamos ‘mirada compasiva’, que es el eje de nuestro programa. El niño no es malo ni es bueno, simplemente es. Y puede tener un comportamiento malo pero eso no le convierte en un niño malo”, explica Pax Dettoni, creadora del programa y fundadora y creadora de Teatro de Conciencia.
"El niño no es malo ni es bueno, simplemente es. Y puede tener un comportamiento malo pero eso no le convierte en un niño malo”
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