Por Pax Dettoni Serrano (Antropóloga, experta en educación emocional. Creadora del programa de alfabetismo emocional "En Sus Zapatos" y Directora de la Asociación Teatro de Conciencia).
No hay opción. La mayoría seguimos confinados.
De hecho, la mayoría probablemente nos estamos acostumbrando a estar confinados. El ser humano tiene una gran capacidad de adaptación, para muestra un botón.
Y ¿qué hacemos mientras pasa el tiempo de encierro y no estamos teletrabajando?
Podemos optar por aprovecharlo haciendo todo lo que no hemos hecho antes en cuestiones domésticas: arreglar cocinas, armarios, papeles, limpiar a fondo, cambiar la decoración del salón…
También quizás optemos por apuntarnos a cursos virtuales para aprender idiomas o a tocar la guitarra, o sigamos online clases de yoga, taichí, zumba, manualidades…
Si tenemos hijos, puede ser que usemos el tiempo para jugar o hacer deberes con ellos. Y si no los tenemos, a lo mejor hacemos más videoconferencias que substituyen aperitivos, meriendas, comidas o cenas con familiares, amigos y, a veces, con no tan amigos.
Por supuesto, se puede emplear además para leer, para escribir, incluso para pintar, cantar o crear contenidos de Youtube. La opción de pasarse muchas horas mirando la TV, series o películas no se puede obviar.