Por Atenea Alonso (Docente y facilitadora del programa de alfabetización emocional "En Sus Zapatos").
En muchas ocasiones, cuando los niños presentan ciertas acciones negativas (a lo que coloquialmente llamamos “portarse mal”), no lo están haciendo de forma intencionada, simplemente no se han dado cuenta o estaban prestando atención a otra cosa. Queremos que sean responsables y tomen la decisión adecuada en cada momento, pero su capacidad de atención es distinta a la nuestra y es por eso que, toman decisiones diferentes a las que tomaría un adulto.
Los niños necesitan que les enseñemos cuál es la forma correcta de realizar ciertas cosas o cuáles son aquellas que deberían priorizar, pues ellos aún no lo saben y tienen que interiorizarlo.