Por Inés Monterroso. Docente y facilitadora del programa de alfabetización emocional “En Sus Zapatos”.
El perdón de verdad no es el perdón de mentira. Como maestra de educación infantil, nunca me cuestioné estos dos tipos de perdones hasta que me inicié en la formación para acreditarme como facilitadora en el método de alfabetización emocional “En Sus Zapatos” con Pax Dettoni.
¿Qué entendemos por el perdón de mentira? El perdón de mentira es el que se genera en la resolución de un conflicto -normalmente inducido por los adultos hacia los niños- para dar por solucionado ese conflicto. A continuación, os muestro un vídeo en el que podemos ver una situación real de dos niños de 11 años en la que aparece el perdón de mentira.
Vídeo: https://youtu.be/RN
Primera parte:
¿Creéis que se han perdonado realmente?, ¿han aprendido algo del conflicto generado?, la próxima vez que ocurra, ¿serán capaces de resolverlo?, ¿por qué resolvemos los conflictos provocando un perdón que los implicados no sienten?
Solemos copiar modelos de resolución de conflictos que hemos visto y, por qué no decirlo, ignoramos que se puedan hacer las cosas de forma diferente.
En muchísimas ocasiones se resuelven los conflictos en formato exprés, obligando a que se pidan perdón y se perdonen (aunque sea de mentira) y castigando a una o ambas partes.
Tendemos a considerar el conflicto como algo negativo y no como una estupenda oportunidad para enseñarles a resolverlos. Se enseña a resolver conflictos resolviendo conflictos.
No debemos tener prisa para que aparezca el perdón, cada situación necesita un espacio de gestión emocional propio y único. Bajo la calma del adulto, ayudaremos a los implicados a alcanzar la suya propia también validando lo que están sintiendo. Os dejo a continuación otro vídeo donde aparece el perdón de verdad.
Segunda parte:
En este segundo vídeo, observamos como el adulto elige primero a Pablo para hablar con él, de esta forma dará mayor tiempo para la calma de Elio. El adulto va conduciendo a través de diferentes preguntas a que Elio y Pablo expresen: cómo se sienten y cómo se han sentido con lo qué ha ocurrido, que reflexionen sobre lo que ha pasado, qué necesitan para resolver el conflicto y qué necesitan pedirle al otro.
Además, será importante hacerles reflexionar sobre la siguiente pregunta: ¿Cómo resolverás el conflicto la próxima vez?
Es positivo ayudarles a que lleguen a un acuerdo y/o restauren el daño causado, siendo justa, y respetuosa para ambas partes, felicitándoles por el logro alcanzado.
El perdón de verdad nacerá de la conexión de sus protagonistas, nacerá con el sentir del otro, del dolor provocado en el otro y de su arrepentimiento por ello. Nace de la consciencia de que su acción ha podido herir a otra persona. Esto ayudará a que nazca una empatía activa, fortaleciendo a que este tipo conflicto no se reproduzca en un futuro. El perdón puede ser expresado con palabras, pero también con acciones como un abrazo, una caricia o una mirada.
Veamos el conflicto también como una excelente oportunidad de enseñanza a nuestros niños, para que aprendan a resolverlos de forma positiva favoreciendo y encaminándonos hacia una Cultura de Paz.